La frontera invisible

sábado, febrero 18, 2006

La mezquita del escocés errante.

Los defensores de alianzas imposibles, que más parecen serviles colaboradores de la intransigencia y del barbarismo irracional, en su desvarío no dejan de permitir una y otra vez, cabezas de puente o ampliar las que ya tienen a los que de manera clara y diáfana mientras se jactan y enorgullecen de ello, pretenden terminar de una vez con nuestro sistema de sociedad occidental y no por medio del terror, sino empleando la pinza del constante aumento de la población islámica, a la vez que utilizan los medios que les da precisamente, la sociedad que pretenden derribar. Exactamente de la misma manera como ascendió Hitler al poder.

Sabemos como terminó aquello y deberían de haber aprendido los defensores de la Libertad cuando se repite el mismo método, para evitarlo, pero las bien pensantes mentes políticamente correctas miran hacia otro lado y/o colaboran con los asaltantes, llenándoseles la boca con esa abstracción vacía de contenido real que no es sino la multiculturalidad. Mientras unos pretenden imponernos por la fuerza de la violencia su irracionalidad fanática –los radicales sanguinarios- otros lo pretenden por la fuerza de la persistencia –los radicales asépticos- amparándose en nuestra propia tolerancia, nuestra debilidad y nuestras constantes contradicciones aderezadas con un fuerte sentimiento de culpabilidad por ser lo que somos.

Un radical aparentemente aséptico es el Shaykh Abdelqadir as Sufi, antes Ian Dallas, escocés, ex actor y amigo de Fellini, ahora afincado en Sudáfrica, neoconverso al islam y profundo admirador de A. Hitler; que tenía el sueño de fundar comunidades musulmanas en nuestra Andalucía. Formado en la jurisprudencia malikí a la que sigue fiel, pero que la adorna o la mezcla en cóctel a su gusto, con una idea fantasiosa y ensoñadora de lo que es el sufismo, como muchos europeos intelectuales y acomodados, que le seguían y siguen, como medio de captar las mentes de aquellos que buscaban llenar sus vidas con misterios esotéricos, de una forma atrayente y falseando la realidad islámica. De esta forma ha conseguido llegar a ser el máximo alentador del islamismo en Europa al crear el movimiento murabitum que unía islam, conceptos esotéricos e ideas nazis sin ocultarlo en ningún momento. Para prueba, pinchar
aquí. ¡Quizá ahora alguno pueda entender mejor aún ese odio visceral hacia lo judaico de cierta izquierda hispana neoconversa, o no…

Su ataque es doble, uno es contra el sustrato religioso que sirvió para formar la ideología de Occidente, y por ello detesta a los kufar a los que no da ya margen para nada, defendiendo la postura de que somos intocables y decadentes sin otro destino que ser sometidos a la verdad del islam por narices. Y el otro contra lo que el considera el logro del ateísmo y del judaísmo que es la herencia de la Revolución Francesa en sus pilares como son el laicismo y la defensa de los Derechos Humanos. Pero ataca sobre todo la Banca, a la que demoniza sin piedad y a la que considera dominada por los judíos, cosa que no le impidió adaptarse a nuestras leyes para conseguir implantar la mezquita de la que es el fundador, en pleno centro del Albaicín, en dura lucha contra asociaciones vecinales, autoridades eclesiásticas y políticos que se opusieron durante años, pero que al final fueron rebasados por otros políticos, que permitieron una "fórmula" para su construcción.

La mezquita fue financiada primero por Hasan II y después por el sultán de uno de los Emiratos Árabes Unidos, ver:
El promotor de mezquitas. Neoconversos europeos dirigidos por un neonazi escocés, un difunto rey de Marruecos y un sultán nadando en petrodólares, han impuesto al fin su ley y conseguido otra cabeza de puente.

La mezquita del Albaicín hoy se mantiene al márgen del shaykh Abdelkadir, ya que hubo tensiones entre los actuales dirigentes espirituales y el neonazi escocés neoconverso. Sin embargo en la web de la mezquita, sigue apareciendo la semblanza elogiosa del fundador y la historia de la misma: El fundador de la mezquita de Granada, de la misma forma en que siguen accesibles artículos radicales y sectarios de este personaje, aunque aparentemente no pertenezca al grupo de Granada. En fecha bien reciente, julio del 2005, aniversario de la fundación, el shaykh Abdelqadir realizó un discurso lleno de elucubraciones y de inconsistencias que se puede leer aquí , nadie se escandalizó por su conocida afinidad con el nazismo, y nadie encontró ofensivas sus palabras que ese día no fueron tan claramente agresivas e intolerantes como lo son en sus artículos, algunos de ellos rayando en la irracionalidad máxima.

¿Entonces, que pensar cuando desde otros sectores del islam le rechazan por su clara afinidad con el nazismo e incluso le acusan de ser un francmasón y en la mezquita de Granada se le tiene en gran estima?

Ahí están los datos.